Aunque seguramente nos tendrás muy vistos, queríamos dedicar un apartado de la web para que nos conocieras un poco más. Seguramente hemos compartido alguna que otra copa de vino, un vermut, una cena en algún restaurante italiano; o incluso hemo sido juntos a la Universidad.
Sea como fuere, queremos explicarte cuál es nuestra versión más actual y un poco de nuestra historia de amor.
La novia – Claudia
Barcelonesa, aunque no mucho. Del 88, aunque no recuerda mucho las Olimpiadas.
Pues aquí la terremoto con patas. Siempre con mil planes en la cabeza, con mil ideas, con mil «guardados» en la agenda; su cabeza no para y pocas cosas se resisten a las ganas de hacer «cosas» de la novia: que si cursos de idiomas, que si cursos de cocina, que si retocar un poco más esto, que si renovarme en aquello. ¿Salimos a patinar? Salimos. ¿Salimos a entrenar a las 8 de la mañana? Salimos.
Lo que más adora Claudia (además de Andrea y Ludovico), son los platos que cocina Andrea. Le encanta tomarse una copita de vino mientras mira cómo su futuro esposo le cocina una exquisita carbonara.
Ahora en serio, lo que más le gusta a la novia es que le propongas un plan que incluya música, un poco de movimiento y un buen vinito. Y no te dirá que no.
También los largos paseos por la naturaleza, el alejarse por un par de horas de la civilización. Sobre todo mojar sus pies en la playa. Aunque odie un poco el sol.
También puedes proponerle ver una serie de Netflix sentaditos en el sofá, verás lo rápido que se te duerme.
El novio – Andrea
Tarantino, pugliese. Jugador de basket desde bien pequeñito. Amante empedernido de los atardeceres. Sobre todo los tarantinos.
Aunque muchos lo calificarían como otro terremoto con patas, lo cierto es que el novio es el que aporta calma a la pareja.
Galán, elegante y por qué no decirlo, seductor (se nota que escribe Claudia, verdad?); uno de sus mayores atributos es saber cocinar los platos preferidos de la novia. Últimamente, también los mejores biberones de Ludovico.
Ahora también en serio, Andrea ama también los planes, el solecito, su amada Italia, su amada Taranto. El basket, el pádel y también el mar. Le encanta planificar destinos hipotéticos a los que viajar y siempre está en búsqueda de aprender y/o saborear algo nuevo.
Lo que más le gusta Andrea es un día de agosto en su Taranto natal, con una focaccia preparada y un poco de melón. Meterse en el coche, olvidarse el móvil e ir a la playa. Sentarse en la arena, disfrutar del sol y de la sal del mar tarantino. Disfrutar del día con sus amigos de toda la vida; beberse una cerveza Raffo y ver el atardecer rosado que regala toda la costa de taranto.
Sobre nuestra historia de amor
Comencemos por el final: acabamos de ser papis de un niño maravilloso, Ludovico. Rubito de ojos azules que ha heredado lo mejor de los Greco y de los López. Nos tiene enamorados desde que llegó el 3 de enero de 2024 a nuestras vidas y ya lo hemos nombrado portador de los anillos oficial de la boda.
Antes de que llegase Ludovico a nuestras vidas, ha llovido mucho a nuestras espaldas.
Llevamos 13 años juntos, ¡que se dice pronto! Nos conocimos en 2010 y Cupido hizo su magia. Aunque hasta años más tarde no nos dimos cuenta de que éramos inseparables. Hemos creído siempre mucho en nuestra historia juntos y en nuestro amor.
Desde el momento en el que nos vimos en la Sagrada Familia ese mismo verano mientras hacíamos turismo hasta la llegada de Ludovico, hemos construido una historia de amor digna de una telenovela: hemos vivido juntos en Puglia, en Barcelona. Hemos viajado por media Europa para vernos cuando vivíamos y estábamos juntos a distancia.
Lo que más amamos es viajar
Antes de la pandemia, estábamos en racha en cuanto a destinos y viajes: Bali, Tailandia, Perú, Nueva York.
Claudia siempre escoge destinos para tomar el sol; mientras Andrea busca los destinos en los que más km se puedan hacer caminando. Y si hay una montaña para hacer trekking, mejor.
Puglia está siempre en nuestros corazones
Además de que Andrea es pugliese de corazón y de identidad, Puglia ha tenido siempre un significado muy grande en nuestra historia de amor. Nuestros primeros años los pasamos allí (concretamente en Lecce) y es por eso que lo hemos escogido como el lugar donde celebrar nuestra boda.